viernes, 14 de noviembre de 2014

De ostras y perlas: Trasmallos



Hablar de Santiago Gil me produce pudor, mucho pudor, pues es de ese tipo de escritores que enamoran… sí enamoran, siempre lo he dicho, se lo he dicho… son esos amores eternos que se convierten en platónicos y hace que una siempre quiera volver a ellos. Leerle es un placer para los sentidos, es un juego inigualable que hace una escape de sí misma para vivir sus letras… letras, grafismos que se unen en sus manos para dar vida a palabras, palabras llenas, redondas y completas de significado… “La caricia nos salva del olvido”, ¿A quién no le llega esa frase?... esa es una muestra de su última entrega, el poemario titulado ‘Trasmallos’, de Ediciones de La Discreta S. L.


`Trasmallos´ fue presentada ayer 13 de noviembre en la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés en Las Palmas de Gran Canaria. Tras varios avatares, diferentes circunstancias que hicieron que en lugar de presentarse en Madrid como estaba previsto se hiciera aquí, ciudad en la que vive desde hace años, dieron como resultado un lleno total de la sala. “Es un día muy especial para mí”, aseguraba al comenzar su presentación. En ella le acompañaron dos buenos amigos, el editor, Santiago López Navia, y José Junco. Ambos hicieron elogios a Santiago bien merecidos, elogios que quienes estábamos sentados no pudimos dejar de asentir y aplaudir a rabiar.

No quiero liarme con lo dicho en ese par de horas, porque quiero dejar aquí algunas fotos del acto, y sus palabras que son al fin y al cabo lo que espero que enganche y haga que le lean. Pero quiero recordar sólo un par de cosas que Santiago dijo emocionado y cuya timidez volaba en esos momentos quién sabe dónde. Habló de su amor a la literatura gracias a sus profesoras de Instituto, lo que me hizo pensar que no todos hemos tenido esa suerte. Yo no la tuve… la única profesora de literatura que adoré la tuve en COU, en el Isabel de España… sin embargo yo adoraba la literatura, pero ella me enseñó que no es necesario aprenderse la biografía de un autor para hablar de él… sino leerle. Por eso da igual que Santiago haya nacido en Santa María de Guía o Houston… Santiago ya es universal, y de él espero que les queden sus letras… no su curriculum vitae.

Habló del último verso de Antonio Machado que escribió en Colliour antes de morir y que se encontró en el bolsillo de su chaqueta: "Estos días azules y este sol de la infancia". Con ello quiso recordar la sencillez de las palabras, lo que en verdad llega al corazón. “Sin duda un ejercicio entrañable, de entrañas”, resaltó Santiago López Navia, quien elogió precisamente esa sencillez, ese trabajado juego de palabras que salen desde dentro, que se piensan y mastican antes de ser escritas.

Destacable también la mención que hizo Santiago al decir que la poesía es lo que nos queda… habló del dolor, de cómo uno debe vivir con él y transformarlo como transforman las ostras una mota de arena en perla al mezclarla con el nácar. Hay ostras que no lo consiguen, hay ostras que desde que les entra una mota de polvo mueren… otras hacen de ese daño su leitmotiv y son de las que nacen las más hermosas perlas. Una perla es lo que nos deja Santiago, aquí les dejo algunos trocitos, que no voy a desvelar a qué poemas pertenecen, algunos incluso coinciden con los elegidos por el prologuista y también poeta, Pepe Junco, porque lo que quiero y deseo es que se animen a comprarlo, pero sobre todo, sobre todo, que es con lo que soñamos todos los escritores, a leerlo:

“El mar lo va arrastrando todo,

lo que somos y lo que éramos”.
Portada del libro, pintura de Dominga Santana



“Uno tiene sus muertos

para cuando toca llorar,

y un pedazo de cielo

para mirar lejos.”


“Las fotos con costas sin mosquitos,

los balnearios sin ruidos de retretes ajenos”


“ Los botones me recuerdan mis días,

y me recuerdan a mí mismo”.

“ La vida no era una huida en la madrugada,

aquellos bares abiertos en los que sabían tu nombre,”


Santiago firmando libros al término de la presentación. Foto cedida por Ana Aguiar

“Otros fingen. Tú escribes.

La derrota es siempre más cruel para el que la cuenta.”






4 comentarios:

  1. Que divinos instantes vivimos ayer. Gracias por rememorarlos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Antonio José estoy de acuerdo contigo... divinos instantes que nos hacen creer más en la vida, al menos a mi...

      Eliminar
    2. Mayte, has sabido reflejar, fielmente, lo que sentimos quienes le acompañamos ayer en la presentación. Versos que tocan el alma, ya sean leidos en el poema completo o tal y como tú los compartes... "Otros fingen. Tú escribes". Gracias por compartir el sentimiento. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Gracias Inma... una ventaja estar allí, un placer compartirlo y un orgullo conocerles

    ResponderEliminar