martes, 3 de febrero de 2015

La vuelta



Ella te dijo que para siempre, pero se marchó. Te dijo que te querría para toda la eternidad, y se marchó. Quería vivir contigo, soñar contigo, disfrutar contigo, pero se marchó. 

Se marchó una mañana soleada, mientras subía la marea. Se fue con la maleta llena de esperanzas, con sus libros, sus fotos, sus recuerdos…

Te dejó sin nada que velara su ausencia. 

Se llevó dejando su fantasma en el quicio de la puerta, porque allí tus ojos, clavados, SIEMPRE, esperan su vuelta.

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