domingo, 15 de marzo de 2015

Nunca me verás caer…

Podrá la furia del viento y el agua erosionar la piedra. Pero tú jamás me verás caer.
Podrá el mar recuperar lo que se le ha robado poco a poco. Pero tú jamás me verás caer.
Tu alma se quedará sola en su guarida, de vez en cuando pugnará por salir pero tarde o temprano se resignará a esa soledad sin compartir. Pero tú jamás me verás caer.
Sabes que han caído lágrimas, que el pensamiento herido se ha resignado a callar. Pero tú jamás me verás caer.
Aquellas sonrisas robadas al viento, a la madrugada, a las estaciones… los secretos compartidos… los silencios. Pero tú jamás me verás caer.

Los dónde estarás o qué haces… los holas cómo vas… como olas al viento se irán e irán amainando en el cerebro hasta que por fin queden en diminutas gotas de agua que el sol terminará por secar… Pero tú jamás me verás caer


Foto cedida por Carmen Moreno Guedes, Tenerife

No hay comentarios:

Publicar un comentario