Valiente mujer

Conozco muchas mujeres valientes, muchas porque la vida me ha llevado a conocer situaciones duras, muy duras… pero el valor de esta niña es digno de contar. A los 25 años le diagnosticaron un cáncer de útero… se le vino el mundo abajo, si hay algo que adora son los niños, no en vano es profesora que aunque hoy en día de instituto, ha tenido que dar clases a peques en colegios privados. La operaron, le quitaron un trocito de útero y empezó ahí el calvario de visitas, controles y demás sustos continuos. Una vez pasados cinco años y habiendo superado todo, y loca por intentar ser madre, algo bastante difícil, pero no imposible, y una vez que obtuvo la aprobación médica, se quedó embarazada a la primera y por sorpresa de mellizos y para más suerte, niño y niña.

Dr. Misael Carvajal Rodríguez

No ha sido fácil su embarazo, de por sí ya de alto riesgo, pero para colmo, el destino le otorgó otra inesperada sorpresa, un tumor en la vejiga que creció a pasos agigantados. Los médicos no sabían cómo actuar. Se encontraron ante una situación única, anómala, inesperada. Tras varias consultas decidieron someterla a una intervención quirúrgica, intervención agresiva que puso en peligro la vida de los niños. Desde el hospital lo tenían claro, el protocolo asegura que es la vida de la madre la que hay que salvar primero. Ella y el padre de las criaturas estaban desalados… aún era muy pronto para nacer. Les inyectaron hormonas, transfundieron sangre y hierro… reposo absoluto, días de hospitales… incógnita de saber si el embarazo seguía adelante o tenían que practicar una cesárea tan prematura. Ella hizo todo lo que le ordenaban, aguantó dolores, llantos, contracciones a destiempo provocadas por la intervención quirúrgica. Un tumor benigno, y los niños creciendo… Ella aguantó como pudo, con los puntos de la intervención, las sondas… hasta la semana 38 y hoy disfruta de sus peques, que nacieron con un peso de 2 kilos 900 gramos cada uno. Dolorida, con muchas horas de parto y una cesárea finalmente feliz, le queda ahora mucha vida por delante… y muchas noches sin dormir.