Me dueles aquí en el pecho cuando no te tengo. Se apodera de mí ese inconsolable llanto que viene de dentro, ese que llueve y moja a cántaros, pudriendo el alma.
Me dueles aquí en el pecho cuando te enojas, y te alejas. La ira tiñe de rojo tus pupilas y llena de agua las mías.
Me dueles aquí en el pecho cuando callas. Cuando no compartimos el café de la mañana, cuando las horas se hacen eternas sin tu voz.
Me dueles aquí en el pecho, en éste en el que te apoyas cuando las cosas van mal, cuando me amas.
Me dueles aquí en el pecho y el dolor no se calma…
Hola Mayte, así sucede cuando el amor es unilateral.
ResponderEliminarFeliz domingo :)
Gracias Alejandra... cierto, aunque a veces es compartido pero están alejados por algún motivo personal o laboral.
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