Quizá puedas silenciar el aullido de mis llantos, porque son silentes, pero estoy segura que retumbarán en tus oídos el resto de tu vida. Puedo oír el aleteo de las alas que airean tu conciencia… ese esfuerzo que haces por darte argumentos que te convenzan. No estás en paz, no hay armonía en tu interior por mucho que presumas de ello, sabes que has hecho daño y ese veneno terminará por ennegrecerte… sabes bien que el ángel de la Muerte (le angel noir) te ronda por dentro.
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