Ya
lo habías dicho todo, yo estaba escuchando como quien oye llover tras el
cristal, quien escucha como cae tremendo chaparrón mientras está a salvo,
mientras te protegen las cuatro paredes y el techo donde habitas. Así me sentí
mientras tu boca pronunciaba palabras que no quería oír, que nunca quise oír pero que ahora resbalaban duras, tajantes…
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