martes, 7 de julio de 2015

Nuevo día

El aroma del café de la mañana despertaba sus ansias por saber qué iba a ser del nuevo día. Tenía aún que asomarse al espejo para arreglarse y hacerlo siempre le producía dolor. Mirar sus ojos era como mirarle a él, imaginarlo mirándola... y tenía que desterrar su imagen para siempre... tenía que aprender a vivir sin él... se quedó mirando los restos del café en el fondo de la taza y dio un salto al verlo reflejado ... "estoy aquí, no es un sueño"... oyó a su espalda... sé giró... vio su sonrisa y entonces la taza cayó de sus manos y entendió que no iba a salir de casa esa mañana porque ya, le había cambiado la vida.

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