Te cosí a mi alma aquel verano....una noche en la segunda quincena de agosto, cuando se empezaban a guardar las caracolas, a sacudir las toallas y clasificar las fotos.
Te cosí con la tela de araña que ahora nadie puede vulnerar, apurando los domingos y dando puntadas a ciegas
Fue una noche de agosto llena de estrellas, incluso las fugaces fueron nuestras... esperanzas, sueños rotos y malos recuerdos se fueron con las olas, mar adentro... perdiéndose en las claras noches. La luna de agosto terminó por dar el color de plata a los sentimientos.
Te cosí a mi alma aquel verano y en nada, en nada, fue tu cumpleaños y juntos seguiremos renovando aquel verano, cada verano.
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