sábado, 29 de agosto de 2015

Pesadilla

Otra vez atacaba el maldito insomnio, pero es que me negaba a tener la misma pesadilla noche tras noche. Me veía a mí misma en la figura de un hombre angustiado por no poder encontrar la solución a un problema laboral. Supongo que la explicación a ese sueño era sencilla, mi situación no era nada halagüeña. Me enfrentaba cada día a los despóticos propósitos de mi jefe. El hecho de verme convertida en hombre es por lo vulnerable que me siento cada vez que entra en mi despacho y me exige y exige cada vez más. Siento que a mis compañeros no les pide tanto como a mi. Estamos en mitad de un proyecto importante, sé que mi papel es crucial, y este hombre me crea dudas... "estúpido sueño, otra vez lo mismo, dando explicaciones de lo que sueño".

Hoy he llegado antes a la oficina, he visto a mis compañeros apurados, cada uno metido en su hormiguero y de repente he visto a Estela... Lleva conmigo más de 20 años, es una secretaria excepcional, la he convertido en mi mano derecha y sin ella no sabría por dónde empezar. Sin embargo estas noches en vela soñando que soy una mujer angustiada por estar metida en un sueño repetitivo, noche tras noche... ese sueño que me tiene tomando somníferos y alguna copa de más, me ha hecho reflexionar de lo exigente que soy con ella.

- Estela, ven a mi despacho por favor, necesito hablar muy seriamente contigo. 
- "¿Qué he hecho ahora Ignacio?"
- Nada, tú no has hecho nada, soy yo el que debe hacer algo, pasa, pasa, y quítate esa cara de susto que no es nada malo.

Desde que Estela se ha ido de vacaciones y le he subido el sueldo y la he nombrado jefa de personal... duermo como un niño chico...

No hay comentarios:

Publicar un comentario