sábado, 5 de septiembre de 2015

La Casa de los Picos y sus riscos



Que yo recordara nunca había estado en San Roque, y la verdad me atraía enormemente subir a aquella parte de la ciudad. de Las Palmas de Gran Canaria. Me habían dicho que el sitio donde iba a dar mis clases era emblemático y estaba ansiosa por conocerlo y conocer a la gente del barrio.

Me recogió mi compañera Mauxi, ella sí que conocía el barrio y fue la que me introdujo un poco en aquella impresionante mansión. Antes de empezar a ascender con el coche paró para que la viéramos desde abajo. Me quedé impresionada. Me contó que popularmente era la casa de los picos, debido a los cinco picos que resaltaban en la construcción, pero como el barrio fue creciendo y no respetaron que estaba incluida en el Catálogo Municipal de Edificios Protegidos, desde lejos sólo se veían los tres que estábamos contemplando, por lo que la gente empezó a llamarla ‘La Casa de los tres picos`.

Me contó que la mandó a construir un catalán que fue el organista de la catedral a finales de 1800, claro Mauxi es historiadora, y además le encanta todo lo relacionado con las islas, y francamente yo, tengo una cultura muy escasa al respecto. Fue un ascenso fabuloso, íbamos dejando atrás la ciudad y además como era de tarde empezaba a oscurecer y encenderse las luces… todo parecía mágico, como sacado de un cuento de hadas.
La casa de lejos era preciosa, pero de cerca era aún más imponente. Nos esperaba el presidente de la asociación de vecinos del barrio de San Roque, quien nos hizo los honores de enseñarnos la casa y contarnos que su dueño primigenio, el cura catalán organista de la catedral, Luis Rocafort Yllas, iba y venía de la catedral en tartana. Imaginé los caballos subiendo aquellas pendientes que entonces estaban desurbanizadas. Ese primer encuentro fue indescriptible… durante meses me perdí por aquellas callejuelas y conocí a muchas de sus gentes. Casi todo el mundo inventaba leyendas de fantasmas, contaban acerca de la homosexualidad del cura y sus reuniones secretas… cosas que nunca, nunca que yo sepa se han podido demostrar. Sí es cierto que una tarde de invierno cuando daba mis clases… esa es otra historia que prefiero no contar.

1 comentario:

  1. Me gustaria saber el resto de la historia, yo tengo mi local de ensayo en la casa d los 3 picos en el piso de arriba aqui dejo mi correo cris_anton@hotmail.com

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