Se bañaba desnuda en el mar cada noche de luna llena... decía que ese era su secreto para mantenerse feliz. .. la marea se llevaba todo lo malo y la luna la llenada de energías renovadas.
Siempre descargaba y recargada... nadie quería acompañarla... siempre ponían excusas, que si hacía frío... que si mucha luz, que si podían verlos. Ella se encogía de hombros y le daba igual, volvía a repetir su ritual, hasta que uno de esos días él la quiso acompañar. Esa noche la luna, prefirió irse a alumbrar a otra parte del mundo, y les dejó intimidad.
Muy sencillo, pero bello, me dejó pensando y eso es algo que no suelo hacer muy a menudo ¡Felicitaciones! Tito Fabio.
ResponderEliminarmuchas gracias... un saludo
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