De repente aquella mañana frente a un café, Amanda se dio cuenta que ya ni pensaba en él. De repente la vida le devolvía la imagen de un desconocido, de alguien que alguna vez amó y que ahora era un extraño. No sabia nada de él desde hacía mucho tiempo, cierto que alguna vez le recordaba... un color, un olor, una frase. .. incluso su nombre le producían aún cierta punzada en el pecho... pero de repente descubrió que ya no amanecía pensando en él, ya ni pensaba dónde estaría, si la recordaría. Ya no lo sentía en cada canción, ni lo veía entre las líneas de cada verso, de cada libro... de repente, de repente... ya no era él... de repente hacía sus planes, pensaba en su futuro y de repente, de repente, ya no era él.
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