miércoles, 10 de febrero de 2016

Viernes de diapos

Francamente hacía frío esa tarde que nos reunimos en casa a ver las diapositivas del viaje de Julio a China. Trajo un té exquisito que nos sentó de maravilla... la habitación se llenó con el humo de los cigarros... fueron apareciendo todos los amigos... seríamos unas 15 personas y el salón del apartamento parecía más pequeño que nunca... Julio emocionado proyectaba en una de las paredes sus imágenes... mostraba las pagodas llenas de gente, el colorido amarillo y rojo, los dorados, los caracteres chinos, una sesión de sombras chinescas... en una de las diapos Julio daba la mano a un gigantesco robot y no paraba de contarnos aventuras... apasionado transmitía cada vivencia... Al terminar, sentados, cada cual donde podía, nuestras risas, las conversaciones cruzadas... hacían de aquella tarde fría y lluviosa de una tarde especial en un Madrid que empezaba a cerrar. De repente Pepe, con su típico conocimiento de cultura general, empezó a contar historias de dragones. Algunas eran graciosas, otras simples leyendas oportunas para comenzar a sacar las botellas de whisky y de ron... Coca colas, hielo, más humo... y alguien que gritó que casi todos habíamos nacido bajo el signo del dragón... unos decidieron pedir pizzas... y empezó a caer la noche, sin que nos planteáramos salir aunque fuera viernes... estábamos tan bien allí... ya saldríamos el sábado.

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