No la amaba, no

Él no la amaba... la miraba y era preciosa, tan guapa que podía mirarla sin cansarse...

No la amaba, nunca la amó... simplemente se dejó llevar.. aceptó el regalo de ser querido.

Ocupaba el otro lado de la cama, le daba calor en las noches frías, pero había un hueco en su interior.

No la amaba, no... ese oscuro agujero seguía horadando su alma, cuánto más le daba ella, más sólo se sentía...

No la amaba y sin embargo se acostumbró. No la amaba, pero se mintió...

Su triste soledad deambula sola y aunque tenga llena la cama, tiene vacío el corazón...

Su mente no alcanza a darle lo que necesita, aunque tenga su piel, su risa y su amor.

No la amaba y se condenó, sólo escuchaba silencios y una música lejana que le pedía complicidad...

No la amaba, no y era tan negro su aliento, que poco a poco se secó, se quedó sin ideas, no tenía más que palabras, palabras sin contenido que inundaron su interior.

No la amaba, no y cuando perdió todo sentido y lo entendió, a sí mismo se enterró de compasión...