Escribe noche tras noche para ahuyentar las penas...
Escribe noche tras noche para no olvidar su condena...
Escribe para recordar su mala suerte, para conquistar su corazón, pero letra a letra, el olor a tinta le recuerda quién fue.
El gran poeta que el mundo aclamaba, el gran errante infinito de botas gastadas y libretas ajadas.
Olor a triunfo, malditas madrugadas...
Escribe noche tras noche y lo único que quiere es regresar a ella, volver con ella... escribir para ella.
Maldice su memoria y aquellas historias pasadas, escribe y escribe...
Escribe y sus letras hablan.
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