Se derriten las horas en los relojes, se acumulan como plomo líquido en el corazón... quisieras eliminar el dolor y tratas de ejecutar tus sentimientos, aniquilar los recuerdos que llegan sin preaviso, que se cuelan entre los dedos como los acordes de ese teclado que llora... llama y llora tu alma a ese amor que se fugó...
No, no se fue, lo echaste de tu vida y te quedaste vacío y solo, con tu triste melodía de te quieros, de para siempre, de tanto amor...
Te quedaste con lo que mereces, esa repetitiva canción que hace implorar a tu vida, mientras las horas se derriten en los relojes y caen como plomo en tu corazón.©
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