miércoles, 26 de octubre de 2016

Edén

Te anuncié que quería perderme en tu mirada y me dijiste que me irías a buscar.
Quise navegar en el profundo laberinto de tus cuencas y encontrarme con tus niñas, tu iris y el más allá. Me invitaste a traspasar el pasadizo de tu vida. Vida que es entrega, es ese tímido temblor por el que entra el deseo... es una pupila dilatada, una piel que abre sus poros, y transmite que ya está preparada.
Google.
Son tus ojos antesala al Edén, al paraje más salvaje, libre, terrenal... y me lanzo de puntillas.
Laten los corazones que esperan las caricias, bombeando, dilatando... mientras un ligero rubor incita a demoler toda reserva.
Aletea la nariz, la voz sale inaudible y es la inevitable huida del mundo, porque el universo sucumbe al silencio, desaparece y en este mar sólo quedamos dos navíos a la deriva... 
Naves que romperán las olas en altamar y llegarán ola a ola, nudo a nudo... rendidas.©

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