Qué afortunada mañana... despertar al alba y tenerte ahí... eres como ese rayito de sol que hace cerrar los ojos y produce esa leve sensación... eso, eso es sin duda, amor. Me haces vibrar y sonreír con tan sólo imaginarte...
No tenerte es enredarme en madeja de mil nudos, de esas que precisan maña y paciencia... Pero, mi empeño es tan férreo, que de tanto nudo y desenredo, haremos del camino un juego, y tejeremos los dos.©
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