sábado, 25 de febrero de 2017

Cinco vidas


Cada atardecer recorre el muelle arriba y abajo, le conocen todas las gatas... los roedores no le temen, saben que no les hará daño. Nació allí, era hijo de ninguna parte, pero soñaba con atravesar los mares. Soñaba con reunir el valor suficiente como para subir a uno de aquellos barcos, dejarse llevar y aparecer en cualquier parte del mundo. Baja hasta la playa por las mañanas soñando con sirenas y caracolas. A medio día cuando el sol está muy alto, y quema la arena, se esconde tras la sombra de Mari Sánchez y espera... siempre espera que la espuma marina le llene el bigote y por fin un día se atreva a gastar las cinco vidas que le quedan...©

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