sábado, 11 de febrero de 2017

Gato callejero

No te quiero ni mirar... ronroneas entre mis piernas las noches frías, pero en cuanto puedes te escapas por las terrazas, los tejados. Te escondes en contenedores, buscas otras casas y otras caricias. Ahora estás ahí atrapado tras el cristal de una casa que no es mía y ¿Quieres que te vaya a buscar? Apáñatelas como puedas y si quieres regresar ya sabes el camino de vuelta, pero no pretendas que te venga a buscar.

No quiero ni mirarte porque me pones ojitos y tratarás de convencerme. Si eres gato callejero puede que sea en la calle donde te debas quedar.

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