lunes, 1 de mayo de 2017

Rupturas

Nunca son fáciles las despedidas. Te costará acostumbrarte a estar sin él, no llamarlo para cualquier tontería. No planear un fin de semana juntos. No pensar qué ropa ponerte, cómo cortarte el pelo o qué color de uñas elegir para agradarle. No será fácil no tener con quien discutir, ni a quién pedirle que se afeite porque su barba te pincha. 

Claro que te costará, mi niña y esas las pequeñas boberías. Te costará olvidar sus manos, sus ojos, sus besos, sus caricias. Te costará no pasar por su casa, no ver amistades comunes, no frecuentar los mismos sitios. 

Dolerá la ausencia. Dolerá el olor en el aire, una canción, una poesía. Dolerán las primeras llamadas, los silencios, las rencillas... los tú dijiste, o hiciste, los tú más, las recriminaciones.  Dolerá, porque no son fáciles las despedidas.

Las noches serán terribles y buscarás en la memoria preguntando qué pasó, por qué a ustedes, por qué la vida.

Hoy tomas la decisión sin saber si mañana habrá otro día. Quién sabe si es la mejor opción, y llorar sólo un rato todavía.©

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