jueves, 30 de marzo de 2017

Sobre mi libro 'Reflexiones...

De un día mágico de diciembre de 2016:

Ayer tuve la gran suerte de pasar una mañana maravillosa en la presentación del libro de Mayte Martín

Cuando me dirigía hacia allí, en cuanto dejé el Paseo del Prado y giré hacia arriba, en dirección al Barrio de las Letras, me sentí un poco triste porque vi que la gente, los empujones, las voces, el murmullo humano...iba desapareciendo poco a poco y la librería donde se haría la presentación estaba completamente vacía. La gente se había quedado en el consumismo de las luces, la ropa, los juguetes...Me dio mucha pena ese dejar de lado tan brutal a los libros.

Y lo que son las cosas, en cuanto Miguel Ángel empezó la presentación lo primero que dijo fue algo así como que "una presentación de un libro es siempre algo para celebrar porque hoy es dificilísimo publicar uno, pero aquí estamos reunidos algunos de los que nos emocionamos con ellos".

La tristeza se me fue de golpe. ¡Cómo supo acertar para leerme el pensamiento y disipar mis sentimientos amargos con esas palabras tan ciertas duras y hermosas!

Del día de ayer guardaré para siempre en mi corazón:

-El libro de Mayte con esa dedicatoria tan bella y con ese contenido que ya sé que me va a emocionar (porque ya lo hace). El haberla conocido ni hay que mencionarlo porque es lo mejor.

-Con la sonrisa y la dulzura de Pilar No sabes qué ilusión conocerte. Yo me ilusiono con estas cosillas como dices tú, de andar por casa, soy así.
-Y lo último, y no lo menos importante, me quedo con la oportunidad de poder compartir tertulia con escritores y conocer un poco más su día a día, el cómo escriben, qué miran para inspirarse, las dificultades con las que se encuentran...el saber que en muchas cosas son igual de "noveleros" que yo.

Creo que se pueden leer muchos libros y escribir cosas pero el poder compartir y hablar con gente que lo disfruta y que, como yo, no podría vivir sin eso, desgraciadamente no hay muchas oportunidades de hacerlo. Ayer para mí fue una. Gracias Mayte, gracias Pilar, gracias a los que salen en la foto y que estaban allí, gracias al club de los retos de Dácil.

Gracias a quien me ha leído. Un besote MJ
Escrito por María José Domínguez, una gran amiga que me regaló FB.

Tiempo

El tiempo es apenas un contexto en el tiempo... es ese espacio que recorre los silencios, las ausencias.
Sergio López Herrera©.
Es la longitud del timbre de una voz... es la gravedad del aire entre los dientes al decir adiós.

Es el reloj un hola lleno de amaneceres, manecillas que dan cuerda a un corazón...

Un te quiero que tiembla como una nota sostenida. 

Como el sonido del triste saxo metálico que inunda de nostalgia el viejo bar del desamor.

Es un encuentro furtivo ante la nada, olas que inundan las orillas, que empapan las madrugadas y dan paso casi sin querer al anochecer.

Un pequeño trozo de papel que vuela esparciendo tinta, marcando rumbos bajo la lluvia... lloviendo 24 piedras que luego hay que recoger.

¿Es el reloj viejo en el tiempo, o el tiempo quién envejece al reloj?

Nada puede competir con lo sucedido y lo que nunca jamás sucedió.©

viernes, 24 de marzo de 2017

Te regalo la noche

"Te regalo la noche", dijiste. Vi imágenes cargadas de posibilidades, un futuro no escrito. Vi desaparecer la oscuridad, la nostalgia y la soledad hacerse añicos.

Subido a una tarima de recia madera, interpretabas mis palabras como si fueras el músico más extraordinario jamás escuchado. De tus ojos tristes, pendía la luz más serena del mundo. Ese frío que siempre me acompaña atravesó mi espina dorsal. 
Solo pude sonreír con una mueca tonta. La misma que tú me ofreciste, algo tan impredecible y único...

Acepté tu regalo, bebí la noche. Me embriagué de ausencia con la certeza de verte en cada esquina.

Y todo me recuerda a ti... tu voz pausada me grita y sé que ese hilo que cose tu alma a la mía no se romperá en la vida.
"Te regalo la noche", susurraste cerrando tus ojos, y no entendí, que era yo quien dormía.©

lunes, 20 de marzo de 2017

Cigarros

Siempre hablo con la perra como si me entendiera todo, y es que en el fondo estoy segura de que así es, que entiende mejor que algunas personas. Le encantan las galletas de jengibre, pero no me queda ninguna la verdad y creo que no es tonta cuando le dije que si se estaba quietita y se dejaba cortar las pezuñas le daría una al llegar a casa.

Mientras la peluquera canina usaba con destreza las tijeras de perro me quedé ensimismada viendo al veterinario fuera fumando en la calle. Hoy día todo el mundo sale a la calle a fumar. Y no sé por qué recordé cuando yo lo hacía. Fumaba en todas partes, hasta en el pabellón de baloncesto cuando iba a ver jugar al Madrid, primero en la cancha de Concha Espina y más tarde en Goya.

¿Por qué recordé? esto no lo sé... a veces una une visiones a recuerdos y los míos ahora se remontaban a aquel primer año de Facultad... Ana olvidó un zapato morado en casa del chico del que se enamoró. Me pidió subir a casa descalza y esperar que él lo trajera, no podía volver descalza a su casa. Aunque ahora recuerdo que no fue un zapato, fue el bolso. Salió corriendo y sin dinero cuando la madre de Alberto los sorprendió... ella sólo fue a ayudarle a hacer la cama y una cosa llevó a la otra... nos fumamos medio paquete de Fortuna esperando que él viniera... se habían acabado mis Camel que llevaba desde aquí en cada viaje. 

Hace años que no fumo y cuando veo a la gente salir a fumar mi mente se dispersa entre volutas... y mi chica ya está terminada de arreglar. Compraré otra lata de galletas de vuelta a casa.

viernes, 17 de marzo de 2017

Perder

Las luces parpadean como los corazones, se hace tarde también para el amor. Languidece la voz y casi no se oyen las palabras cuando rompe el día y hay que decir adiós.
Ya nada existe, salvo el temor de volver a coger la mano en la próxima estación, en otro café, levantar otra copa, dejar que el dolor engulla sin compasión.
Los mariachis callaron, no hubo copas rotas, ni ganas de quedarse, ni tristeza que valga la pena como en la canción.
Pero sí estaba escrito que aquella noche perdiera su amor.©

Sorpresas

La vida trae consigo sorpresas inesperadas. Encuentros que traen promesas futuras. Desencuentros que se alejan como el pensamiento en esas ondas marinas.
La esperanza puesta en el horizonte y un café para empezar el nuevo día. 
Renovar las ilusiones siendo lo que somos sin dejar de mirar atrás.
Seguirán estallando las olas en las orillas, y las lágrimas perdiéndose en la arena y el viento que nos corre por las venas.
Perseguiremos estrellas y estelas en la mar ©

No escribo

Hace dos noches que no escribo pero no paro de escribir... recuerdos azules me vienen en volandas y se llevan la tinta de mi corazón.© 

Puntadas


Como Sherazade

Como Sherazade cada noche te contaré un cuento. Unos serán relatos seleccionados, otros te los inventaré, serán diferentes, prometo que no repetiré... pero, sólo si me lo pides, sólo si de verdad quieres, lo haré.
Serán tuyas mis palabras, mis letras, mi imaginación... música de fondo, nuestras propias melodías derivadas de los gemidos de nuestra unión. Con un vino y un libro siempre te esperaré, pero sólo si me lo pides, sólo si de verdad lo quieres, lo haré.©

Entre letras

Te encontré entre letras, las tuyas, las mías, las de otros... y me enamoré de los libros que nunca escribiste... me marée como un barco en la tormenta... las olas mojaron irremediablemente la cubierta, hubo pérdidas, pero sin duda, me embarcaría otra vez...
No necesito que nadie me diga cómo soy, cómo debo ser. Ya me enseña la cara el otro lado del espejo, ya me duelen mis propias heridas, ya bebí mis lágrimas y las enjugué en el alma. Ya mis letras se confunden con el alba, y la tinta de las tuyas hace tiempo, hace tempo que resbalan.©

Antes de la conquista

Oí decir a alguien que el amor nace antes de la conquista y va a tener razón... reposa tácito tras los cristales en secreta comunión... nadie sabe del derroche puertas adentro, de las esencias vertidas, del tiritar de las pieles. Nadie sabe de la entrega sublime, de la cópula ciega... del amante rendido ante su hembra.
La sinrazón, la utópica quimera de los designios inesperados, de la sorpresa tras el balcón.
NoemiRhpositivo. Derechos.

Almas rotas, horizontes lejanos, gaviotas perdidas entre la nébula de la pasión.
Ya decía Octavio Paz que el viento es aire siempre que viaje... ahora viaja el amor y no repara en relojes, ni en lógico argumento que dé explicación...
¿Es eso el amor? 
He tocado en tu puerta por un buchito de café y en realidad es la excusa para robarte caricias y conquistar ese acorazado corazón, porque el amor ya es.©

Todo

Robaremos estrellas a la noche, contaremos ovejas y versaremos palabras... cerraremos los ojos sintiendo las ganas...
Desnudos y llenos nos sorprenderá la madrugada y no caben, ni pueblan los celos en nuestra almohada.
Ya nada, ya no queda nada...

Que nada impida


Que nada, ni nadie impida el momento de amarnos. Que nada, ni nadie se posicione entre mi alma y tu pecho... no hay cielo, ni tierra por medio. No hay suficientes dioses, ni leyes que se atrevan a contradecir los sentimientos... no hay poder más grande en el mundo que tú y esa extensión de mi cuerpo.
Que nada, ni nadie se rasgue las vestiduras por dentro... que nada, ni nadie rompa mi mundo, porque lo que llegó, me lo merezco.
Nada, ni nadie podrá, lo sé, interponerse entre mi tinta y tus besos. Y no es una promesa, es amor, un juramento...

jueves, 9 de marzo de 2017

Hazte madeja conmigo

Enrédate y enrédame, hazte madeja conmigo... que se detengan las agujas del reloj pero no las que tejen nuestros sueños.

Deja que en este ovillo sintamos el latir de cada suspiro, tras cada instante, cada roce que como brisa marina, acaricia la piel.

Quizás encontremos en este lazo corpóreo la suficiente armonía que haga crecer nuestras mentes mientras se sacia el deseo.
Nada te librará de mi asedio persistente, pero porque tengo la certeza de que lo pretendes. Me gusta que estés en mi rincón, tenerte contra las cuerdas y dejar que me ganes en el ring.
Quiero bocas que tiemblan ante la fruta cotidiana... y quiero ser la razón de que escribas, mi fuente inagotable de dudas y letras, palabras que no te quieras perder... porque si no, nuestra imaginación no nos lo perdonará nunca.
Enrédate y enrédame... hazme madeja contigo esa madeja de acero por la que no pase ni el aire.©

domingo, 5 de marzo de 2017

Fracaso

Trata de entender qué ha pasado, escudriña en cada esquina de su mente pero se le ha roto la brújula que señalaba el sur.

No existen mapas que le indiquen por dónde puede ir. Huye, esquiva y encoge el alma al recordar todo el daño que dejó. Hirió, sedujo, abandonó... jugó, mintió, se engañó a sí mismo, traicionó sus sueños... fracasó.

Foto cedida por Sergio López Herrera, derechos reservados.
Hoy viejo y cansado quiere esconderse de su destino, pero el trayecto lo devoró.
Pena insomne por el tiempo perdido, las oportunidades que dejó... llora en silencio su desdicha y no halla más responsables que su propio ego.

Fracaso, fracasado, sólo con su ambición... se creyó tan grande y poderoso, tan altivo y orgulloso...pero hoy la vida se las cobró.

Ya no hay palabras hermosas, ya no hay mensajes que llenen su buzón, ya no hay voces lejanas, no hay te quieros acumulados en su agenda... ya no hay nadie, ni nada... sólo candiles apagados, obsesiones que juegan a la ruleta rusa y le dejaron vacío... ya no quedan días azules, ya no hay estrellas que mirar, ni grillos que le canten, ni luciérnagas que le ayuden a regresar... no hay una mano amiga, no hay un latido cercano en el que se pueda identificar...

Fracaso, fracasado y solo... payaso de su desdicha, hombre guiñapo, arlequín de sueños rotos...culpable, hastiado, desengañado, descubierto. No pueden sus manos sostener tanto horror.
Dañino y sinvergüenza hoy no hay cárcel, ni castigo más​ grande que el que él mismo provocó.

Vive, pero muerto por dentro porque ya no queda nada de lo que huir, ya no hay nadie al rededor... ya no hay cantos de sirena, ni margaritas que deshojar ya no hay pena más grande que su amarga soledad.

Trata de escudriñar y ni mente, ni corazón, ya no hay alma que entregar... ya no hay brújula que valga, no hay unicornios, ni caballos alados, no hay molinos que derrocar, ya no hay nada, ya lo hay todo... todo por lo que pagar. Vagará penitente y ni lágrimas negras, insolentes, brotarán.

viernes, 3 de marzo de 2017

Travesías

Se empeñó en llevarme en el submarino, ya le advertí que padecía cierta claustrofobia y que además mareaba en barco. Esto lo sabía bien, porque cuando se empeñó en llevarme en la fragata casi vomito hasta la primera papilla de mi vida. Pero, erre que erre… y estúpida de mí que prometí no volver a hacerle caso y allí estaba, más amarilla que el submarino de la canción, esperando llegar a tierra rodeada de marineros abanicándome como quien espera un indulto. Era imposible explicar esa sensación de ahogo, ese malestar, ese vaivén en el estómago que parecía que se iban a salir las tripas. Mis compañeros no paraban de hablar, el marinero que hacía las veces de guía además propuso un concurso de fotografía y todos como locos sacando fotos por las ventanillas de cuanto veían. 

Yo no veía nada, para mí era como mirar por la pantallita de esas donde hacen las ecografías, todo negro, y algunos puntos más claros. Lo único que quería era que llegáramos a puerto y poder sentarme sobre suelo firme… bueno o al menos no notar esa sensación de baile continúo de mi cerebro… teníamos 16 0 17 años, el mundo por delante, y aquella aventura a él le pareció interesante, pero hoy, casi 30 años después sigo diciendo que fue el amigo más loco que tuve en mi adolescencia, el ser más atrevido del mundo, y más cruel también, porque me sacó fotos con millones de expresiones desde el enfado más absoluto, hasta la extenuación… claro luego nos reímos… Hoy que sigue adorando el mar más que otra cosa en el mundo y que está al frente de su boyante empresa de diseño con motivos náuticos, a veces saca mis fotos, dice el muy cabrón que le sirven de inspiración y me recuerda aquellas travesías en los días que convencía a los profesores para que nos llevaran a celebrar el Día de las Fuerzas Armadas… pero, peor es cuando me llevaba a las fiestas del Carmen a la base naval… recuerdo una en especial que… bueno esa, esa será otra historia que contar.©

jueves, 2 de marzo de 2017

Nadie se dio cuenta

Su corazón se rompió en mil pedazos y nadie escuchó el ruido de los cristales al caer. Aprovechando que nadie se dio cuenta barrió con esmero, tratando de no dejar ninguna esquirla, ninguna huella, no hacer ruido... Pero estaba segura de que se darían cuenta, su rostro jamás volvería a ser el mismo, ni su risa, ni su voz, ni si quiera su propia y cotidiana forma de pasar la vida. ¿Pasaría inadvertida ahora entre sus hermanas, sus compañeros de trabajo, su hija? Quizás alguna amiga se daría cuenta, a pesar de tratar desde hace años ser invisible, de intentar no dejar que sus males salieran afuera. Pero, ya no pudo más, el alma estaba hecha añicos, costurones y costurones que cada madrugada zurcía en el silencio de sus lágrimas, puntadas a lo loco y sin tiempo tratando de componer los rotos del día.

Tal vez ahora no aguantará ni un asalto en el rin, "sin corazón podrán conmigo", se dijo. 

Recogió los mil pedazos, las esquirlas, e hizo una bola con ellos... ya no habría hilo que aguantase, ni cola que uniera aquella masa transparente... la puso al baño maría a ver si se licuaba y podría darle alguna forma. Mientras observaba las formas que iban adquiriendo los cristales y salía el humo de la ebullición, dolía... dolía fuerte. Se venían los recuerdos de la juventud pasada, de los años malgastados, de las horas en las aulas universitarias, las amistades lejanas, los primeros trabajos, las salidas, los besos, el chocar de cuerpos y almas... aquello dolía demasiado, un dolor casi inaguantable, peor que el dolor de parto que ahora venía a su mente, el rostro de su madre, él... su amor amado... "no puedo, no puedo", gritó. Nadie se dio cuenta... su perra no paraba de ladrar... dos días y por fin encontraron su cuerpo y cerca del fuego... cristales multicolores, rotos.

Credibilidad

La credibilidad de una persona es lo que hace que tengamos confianza en ella. Esa fé ciega que una deposita en otro ser humano pasa por la honestidad con que le tratas y te tratan. Cuando eso se pierde, ya nadie vuelve a creer en esa persona. Ya alguien dijo aquello de que se puede mentir a una persona muchas veces pero, nunca muchas veces a muchas personas. También está ese otro que dice que si una mentira se repite muchas veces se convierte en verdad... pero eso no es cierto, siempre será una mentira aunque haya quienes se la crean... por tanto insisto, credibilidad es igual a confianza, a cariño, respeto, admiración y triunfo personal sobre el éxito alcanzado a costa del mal ajeno. Cuando dejas de creer, malo, malo...muy malo.©