martes, 19 de noviembre de 2013

La ciencia y/o la vida

Hace días que lo único que escribo son artículos de prensa, artículos relacionados con la ciencia que a casi nadie interesa, sin embargo ciencia es todo en la vida. Que diga esto una persona de letras puras puede parecer alarmante, pero es que una nunca pensó que podría ganar dinero con ello, conocer gente maravillosa y encima apreciar ese trabajo ajeno de quiénes se dejan la vida y las pestañas en los laboratorios para mejorar nuestra calidad de vida, ya sea en salud, en tecnología, en sostenibilidad, creatividad… mientras muchos trabajadores y trabajadoras luchan por conservar su empleo precisamente en estos campos tan poco valorados por la sociedad. La investigación y la tecnología son el motor del futuro, sin embargo hay quienes prefieren invertir en otras nimiedades, o repartir rosarios entre damnificados de  un desastre natural.
Foto de Rafa Avero
Quiero hoy aportar mi granito de arena, quiero defender al que se bate buscando soluciones para convertir la energía en algo más limpio y productivo, en quienes son casi seres insociables cuya vida está dedicada a buscar una vacuna contra el cáncer o el sida… en las personas que intentan poner en práctica sus sueños e inventar robots que en nada envidien a la ficción cinematográfica o literaria, en quienes velan por nuestra seguridad alimentaria, en conservar nuestros bosques y flora, en definitiva por esas personas que han estudiado carreras innombrables que suelen terminar en logía y que ahora se enfrentan a quedarse en paro, a no poder seguir investigando ni luchando por lo que nuestras próximas generaciones merecen: un mundo mejor. Porque lo que no sabemos, lo que desconocemos la mayoría de las personas es que esos nuestros y nuestras científicos  e investigadoras universitarias, astrónomos, y chiflados aficionados que sin estudios son capaces de patentar algo increíble y que luego tienen que sacar de nuestro país para que les valoren, esas personas tienen la mala costumbre de comer, de crecer, de tener necesidades que cubrir, de procrear y tener su propia familia por la que luchar… y lo que no sabemos es que muchos y muchas tienen ética, una filosofía de vida que les ayuda a seguir adelante, a luchar por poder seguir ofreciéndonos lo que mejor saben hacer.
Foto de Rafa Avero
Ahora cuelgan sus batas blancas, sus émbolos y probetas se llenan de polvo, los cables se pelan por el paso del tiempo, las células mueren en laboratorios y los experimentos se quedan en sus cabezas, porque otras cabezas han decidido que hay que recortar presupuestos, recortes que llegan más abajo en la cadena de producción, porque si de un lado recortan en I+D+I, también recortan en las ayudas para quiénes empiezan o han empezado sus estudios y no pueden seguir adelante por la carestía de las asignaturas. Si un país no cuida, ni fomenta a sus investigadores… mal parados vamos los que escribimos… nos quedaremos sin aire, sin mares, sin animales, sin árboles ni hojas secas a los que dedicar poesías, nos quedaremos sin ramas de las que colgarnos, sin pájaros con los que dejar volar la imaginación… sin grandes descubrimientos que contar… y lo que es peor, sin ilusión, ni esperanzas. Seremos un país dependiente, necesitaremos que nos potabilicen las aguas, nos  generen corriente, nos exporten alimentos sanos, nos vendan y sacrifiquen medicación a los más pudientes… que nos reciclen porque sin futuro, sin tecnología e investigación, sin ciencia qué seremos si nos fallará hasta la física y la química… Va por ellos, por los que se ponen en huelga, por los que ni siquiera tienen ese derecho a hacerlo!

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