Hace días que lo único que escribo son
artículos de prensa, artículos relacionados con la ciencia que a casi nadie
interesa, sin embargo ciencia es todo en la vida. Que diga esto una persona de
letras puras puede parecer alarmante, pero es que una nunca pensó que podría
ganar dinero con ello, conocer gente maravillosa y encima apreciar ese trabajo
ajeno de quiénes se dejan la vida y las pestañas en los laboratorios para
mejorar nuestra calidad de vida, ya sea en salud, en tecnología, en
sostenibilidad, creatividad… mientras muchos trabajadores y trabajadoras luchan
por conservar su empleo precisamente en estos campos tan poco valorados por la
sociedad. La investigación y la tecnología son el motor del futuro, sin embargo
hay quienes prefieren invertir en otras nimiedades, o repartir rosarios entre
damnificados de un desastre natural.
|
Foto de Rafa Avero |
Quiero hoy aportar mi granito de arena, quiero defender al que se bate buscando
soluciones para convertir la energía en algo más limpio y productivo, en
quienes son casi seres insociables cuya vida está dedicada a buscar una vacuna
contra el cáncer o el sida… en las personas que intentan poner en práctica sus
sueños e inventar robots que en nada envidien a la ficción cinematográfica o
literaria, en quienes velan por nuestra seguridad alimentaria, en conservar
nuestros bosques y flora, en definitiva por esas personas que han estudiado
carreras innombrables que suelen terminar en logía y que ahora se enfrentan a
quedarse en paro, a no poder seguir investigando ni luchando por lo que
nuestras próximas generaciones merecen: un mundo mejor. Porque lo que no
sabemos, lo que desconocemos la mayoría de las personas es que esos nuestros y
nuestras científicos e investigadoras
universitarias, astrónomos, y chiflados aficionados que sin estudios son
capaces de patentar algo increíble y que luego tienen que sacar de nuestro país
para que les valoren, esas personas tienen la mala costumbre de comer, de
crecer, de tener necesidades que cubrir, de procrear y tener su propia familia
por la que luchar… y lo que no sabemos es que muchos y muchas tienen ética, una
filosofía de vida que les ayuda a seguir adelante, a luchar por poder seguir
ofreciéndonos lo que mejor saben hacer.
|
Foto de Rafa Avero |
Ahora cuelgan sus batas blancas, sus émbolos y probetas se llenan de polvo, los cables se pelan por el paso del tiempo,
las células mueren en laboratorios y los experimentos se quedan en sus cabezas,
porque otras cabezas han decidido que hay que recortar presupuestos, recortes
que llegan más abajo en la cadena de producción, porque si de un lado recortan
en I+D+I, también recortan en las ayudas para quiénes empiezan o han empezado
sus estudios y no pueden seguir adelante por la carestía de las asignaturas. Si
un país no cuida, ni fomenta a sus investigadores… mal parados vamos los que
escribimos… nos quedaremos sin aire, sin mares, sin animales, sin árboles ni hojas
secas a los que dedicar poesías, nos quedaremos sin ramas de las que colgarnos,
sin pájaros con los que dejar volar la imaginación… sin grandes descubrimientos
que contar… y lo que es peor, sin ilusión, ni esperanzas. Seremos un país
dependiente, necesitaremos que nos potabilicen las aguas, nos generen corriente, nos exporten alimentos
sanos, nos vendan y sacrifiquen medicación a los más pudientes… que nos reciclen
porque sin futuro, sin tecnología e investigación, sin ciencia qué seremos si
nos fallará hasta la física y la química… Va por ellos, por los que se ponen en
huelga, por los que ni siquiera tienen ese derecho a hacerlo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario