martes, 25 de febrero de 2014

Polémica final de murgas en el Carnaval 2014 de Las Palmas de Gran Canaria


Hace dos días prometí hacer una entrada en mi blog con una crónica más extensa de lo que han sido cuatro intensos días de Carnaval, cuatro días como miembro de un jurado del que sin duda el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria debería estar contento, puesto que ha demostrado ser transparente, honesto y ante todo democrático en la toma de sus decisiones. Decir que desde la gerencia del Carnaval se nos trató estupendamente desde el primer día, Agustín Díaz, y Mari Carmen, la responsable de grupos,  se mostraron serviciales y cariñosos en todo momento. Por tanto el disgusto que hemos mostrado no es con los trabajadores, ni siquiera con Israel Reyes, director artístico del Carnaval, quien tal vez con su labia teatrera nos conmovió e hizo que siguiéramos adelante en la final, una final en la que estábamos decididos a marcharnos. Pero sí hubo una falta de atención institucional, la concejala, Isabel García Bolta, tenía que haber estado allí, en aquel mini gabinete de crisis que se montó…

En todo momento hemos votado libremente, sin ningún tipo de presiones ni condicionamientos, muy a pesar de aguantar insultos y malas palabras del público. Una sabe que esta fiesta es muy importante para el pueblo y que las emociones salen a relucir… Tal y como apunté antes de marcharnos el sábado al filo de las 05.00 horas de la mañana: “yo aguanto críticas, aguanto insultos y que me pongan verde en las redes sociales, incluso que hagan letras el próximo año metiéndose con nosotros, porque eso forma parte del espectáculo. Ahora bien, si tengo mi conciencia tranquila, pero no les puedo dar motivos para desconfiar, y dejar pasar esto es motivo más que suficiente”. 

Nos echaron en cara usar nuestros móviles, pero una, no pudimos aguantar la tentación de sacar fotos desde tan cerca, y otra, en mi caso, y dado que soy una de las imágenes que han usado en las redes sociales, les explicaré que el segundo día, la noche del martes, sobre las diez y media y por la falta de sueño, tuve una jaqueca tremenda y debía seguir siendo efectiva en mi cometido. Eso me llevó a dar con una compañera y amiga del centro de Comunicación de Cruz Roja, pues fui trabajadora de la casa y ante todo voluntaria de la institución. Ella a su vez trató de ponerme en contacto con una de las técnicas que estaba de guardia e intercambiamos varios whatsapp hasta decirme donde estaba la enfermera. Aproveché un mini descanso entre actuación y actuación porque les aseguro que no iba ni al baño, y localicé a la enfermera, quien no había recibido la petición y al no conocerme me dijo que no podía darme ningún calmante excepto pincharme, cosa que descarté por no perder tiempo en acompañarla hasta la ambulancia. A los pocos minutos y una vez que regresé a mi asiento, un técnico de Cruz Roja me trajo un ibupofreno, porque ya habían recibido la notificación y petición del CCA. Ese fue mi abuso y uso del móvil, algo que puede comprobar quien quiera hacerlo, pues hay testigos y muestras de ello. Que conste además que no existe ningún impedimento por escrito en la normativa de que el jurado no pueda usar su móvil. Dimos nuestra palabra de honor de no usarlo para pasar información ni dejarnos aconsejar de forma externa, y eso hicimos. Desconocíamos la información final, les aseguro que desde la gerencia se nos pidió que nos alejáramos del ordenador desde el que se hacía el recuento de votos y nos enteramos de quiénes eran los finalistas y los ganadores a la misma vez que el público, cuando Dani Calero abría los sobres. Por tanto puedo asegurar y aseguro, que no hubo ningún tipo de acuerdo, ni trampas ni cartón. Estábamos a puerta cerrada, cerrada con llave, ni siquiera podía entrar o salir nadie de la antigua cafetería `La Estación´ donde estábamos ubicados.

Los miembros del jurado fuimos invitados a participar, no cobramos por ello, en mi caso ni siquiera represento a ninguna empresa periodística puesto que soy autónoma. Pero jamás nadie ha podido dudar de mi integridad como periodista o escritora, por tanto admitir un plagio cuando está claro en las bases que se exigen “letras originales”, no forma parte de mi sentido de la honestidad. Todos sabemos la cantidad de horas, ensayos que dedican las murgas por sacar sus nuevas interpretaciones cada año, cada carnaval que se suben al escenario con la mayor ilusión del mundo. Unas con gran boato, otras de humildes comienzos y poca experiencia con el deseo de mejorar con el tiempo y el rodaje. Por tanto por unanimidad los miembros del jurado creímos necesario exigir que la murga de `Los Twittys´ quedara descalificada. Además ofrecimos la alternativa de que fueran ellos los que elegantemente decidieran no participar, lo que sin duda les habría granjeado simpatías y esperanza entre el resto de murgas. Esperanza de que las cosas se hagan bien hechas y que nadie se salte a la torera la normativa, unas normas que la propia Figruc firmó con el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que son públicas y que cualquiera que quiera puede visitar en http://lpacarnaval.com/documents.

También pedimos que se avisara a la siguiente murga y se le diera la oportunidad de prepararse y participar en última posición, y nos dijeron que eso era imposible, a lo que respondimos que fueran ellos los que dijeran que no, pero que se les diera la oportunidad de decidirlo. Se nos dijo que eso era un caos, que ya estaba la escaleta hecha, que no se podía hacer eso… Orlando Jiménez, presidente de la Figruc, aseguro que se habían reunido los 29 grupos pertenecientes a la agrupación de murgas y que todos estuvieron de acuerdo en que “aunque reconocieran que fueron 20 segundos decidimos entre todos que no era motivo para descalificarlos”. Nosotros como jurado le recordamos que la Figruc tiene voz pero no voto, en las decisiones del jurado y el jurado es soberano, por tanto ellos tenían que haberlo consultado con nosotros y no tomar esa decisión, con la que no estábamos de acuerdo. Jiménez nos advirtió que si era nuestra decisión la respetaría pero que si la llevábamos a cabo “tendrán que ser escoltados por la policía y desde luego aquí pueden pasar cosas muy graves”. No sé si fue una amenaza, personalmente no me gustó y como dijo mi compañera y periodista Fátima Martín, “miedo pasan nuestros compañeros reporteros de guerra, pero nosotros qué miedo podemos tener?”. Luego desde la gerencia se nos dijo que tampoco habían contado con ellos, que había sido una decisión unilateral, pero nos avisó que si nos retirábamos y se suspendía la final, podía haber problemas con el público, estábamos en situación de máxima seguridad. También personalmente me pareció exagerado, pero entendí que temieran la reacción de aquellas personas que llevaban desde las 06.00 de la mañana cogiendo sitio en el parque para disfrutar de las murgas, porque no cabe duda que murgueros, murgueros hay miles en la isla, y esa fue precisamente la fibra sensible que nos tocó el corazón. Esa y la propuesta de Israel Reyes de hacer constar en la nota de prensa del Ayuntamiento que el jurado no estaba de acuerdo con la participación de la murga en cuestión, de hecho afirmó que esto le daba vida a los periodistas y que siempre gusta que se forme un poco de polémica. Pero no salió la cosa como esperábamos. En el fondo, y esto es una opinión, creo que desde las filas municipales esperaban que estuviéramos tan cansados que una vez que se entregaran los premios y firmáramos las actas nos iríamos a casa de rositas y aguantar el chaparrón. Pues se equivocaron. Quizá no vuelvan a llamarnos nunca más, o quizá se alegren y celebren nuestra honestidad y saber hacer, y que a partir de ahora seleccionen personal de jurado que sea tan íntegro como lo hemos sido nosotros.

Insisto, como jurado no hemos cobrado nada por las casi 30 horas que hemos estado pasando frio e incluso mojándonos bajo la lluvia durante los días 17,18, 19 y 22 de febrero. Si aceptamos ser miembros del jurado ha sido por los Carnavales y con la absoluta seguridad de que las cosas se hicieran con total transparencia, democráticamente y respetando sobre todo a los concursantes y al público que bien se lo merecen. No hemos sido elegidos a dedo, personalmente mi relación con el señor Cardona, ha sido en muy pocas ocasiones y por motivos profesionales. Con respecto a mi forma de pensar o si estoy o no de acuerdo con el Gobierno, es algo que sólo compete a mi estadio personal, no al público, quiénes me conocen saben bien como pienso, pero mis ideas no le importan a nadie y mucho menos como periodista. Como escritora soy persona responsable y comprometida y jamás podré admitir un plagio puesto que la creatividad, el ingenio y el trabajo son condiciones indispensables para concursar en igualdad de oportunidades, algo que hemos compartido los miembros del jurado en su mayoría periodistas y escritores. Piensen en el resto de murgas que se volvieron locas en perfilar letras, en ensayar miles de horas hasta estar satisfechas con los resultados. No es de recibo que se copie el trabajo de otras personas, máxime de otra forma de hacer carnaval, aprender de ellos, para hacernos reír, sí, pero copiar no solo la letra, sino la idea en su conjunto, nos pareció y nos parece a los miembros algo inadmisible y por encima de todo que se tomara la decisión sin contar con nosotros.

Ha sido una difícil elección, pero ya comentaba mi compañero Moisés en su entrada http://www.elpatiodeloscangrejos.com/2014/02/impresiones-concurso-murgas-carnaval-2014-.html?spref=fb, que echó en falta letras con más gracia “unas gotitas de humor, un chorrito de ironía y un poquito de socarronería”, cosa que suscribo y que comentamos mucho a lo largo de las jornadas. Hay que criticar al Gobierno, la corrupción, las leyes injustas, pero de otra forma, de forma que encima nos riamos y no recordando lo mal que lo pasa el pueblo, porque el carnaval es para disfrutar, reír… para olvidar lo malo durante unos días y reivindicar con salero. Pero no voy a juzgar las letras porque ya las he votado, solo es un consejo general de cara al futuro para los y las letristas.

Pero si les parece poco todo lo que hemos dicho, si les parece que no era suficiente plagio en la fase de selección, miren lo que cantaron en la final: 

Me siento orgullosa de haber hecho todo esto, me siento satisfecha de haber trabajado duramente y dormir una media de tres horas diarias esos días y tener que ir a trabajar al día siguiente como una zombie. Me alegro haber estado acompañada de un jurado unánime, firme, vaya mi aplauso a Juanfra Rivero, a Fátima Martín, Moisés Morán y Santiago García Ramos, éste último quien se encargó del avituallamiento nuestro y de la prensa, porque es un hombre excepcional. Contenta de haber conocido a los otros tres que juzgaban las voces, a Juan R. Martínez, Catalina Sánchez y Alejandra Sanjuan, además del secretario del jurado, José Luis Fernández Umpiérrez, incluso a los miembros de la Figruc, Miguel que estuvo controlando y velando porque cumpliéramos con nuestro cometido y Orlando que estuvo la última noche…

No me arrepiento de cómo he actuado, volvería a hacerlo y termino como empecé, el consistorio capitalino debería estar satisfecho con nosotros, al igual que la Figruc, y en ningún caso tomarlo como algo personal, sino una experiencia más y una lección a tener en cuenta.

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