Con un par

Tuve la suerte de poder presentar en Gran Canaria el pasado día 6 de mayo la primera novela de Luis Segura, `Un paso al frente´, en Club de La Provincia ubicado en Las Palmas de Gran Canaria. Me acompañó en la aventura mi querido amigo, compañero, y también escritor y periodista Ramón Betancor, a quien desde que se lo pedí no lo dudó un segundo.

`Un paso al frente´ es una novela atrevida, una novela que deja al descubierto las lagunas que quedan en lo que llamamos un Estado Democrático de Derecho… un Estado que pregona la libertad, la igualdad, la salvaguarda de todos los derechos fundamentales… y que hace saltar las lágrimas al comprobar como Luis Segura, su autor, puede pasar tres años en la cárcel, tres años de privación de libertad por querer sacar a la luz las corruptelas y desvaríos de quienes tienen galones y quedan impunes en un mundo tan cerrado como es el castrense.

Luis ha logrado dejar tras de sí una estela de enemigos, pero también ha ido logrando el apoyo de las asociaciones de militares, de todas esas voces que aún están castradas y no pueden elevar la voz ante los mandos y denunciar las injusticias que se cometen. Hay muchas anécdotas, muchas y variadas circunstancias que hacen de esta novela un testimonio vivo de los miles de ciudadanos y ciudadanas que han optado por ingresar en una institución que les prometía un sueldo seguro, un futuro. Pero no es cierto, las jubilaciones son penosas, las posibilidades de ascenso nulas y las condiciones de vida de la tropa deja mucho que desear.

No voy a contarles nada de lo que se refleja, porque quiero animarles a adquirir el libro, solo quiero resaltar que amo, lucho y seguiré defendiendo la libertad de expresión en todos sus ámbitos. Apoyo a este joven y valiente teniente que se ha jugado su libertad personal y su futuro. Le deseo toda la suerte del mundo y que su libro gire y gire y llegue a donde tenga que llegar para que por fin, entre todos podamos cambiar las cosas. Para que el ejército deje de ser un estamento de privilegiados, para que por fin se hagan auditorías independientes y deje de existir ese código obsoleto de honor que acoge bajo el paraguas todas esas injusticias que jamás llegan a la población civil.