lunes, 5 de mayo de 2014

Escritores

-¿No quieres leerme?
- No, no quiero hacerlo.. No es el momento
- Y entonces ¿cuándo?
- No lo se... Pero te prometo que algún día lo haré...
Cayó en mis manos por casualidad... Como pasan las cosas tantas veces. Era otoño de 1984, hacía frio en Madrid y yo era una de las personas más afortunadas del mundo. Lo compré en un quiosco en Conde de Peñalver... Justo al lado de la parada de Guaguas donde debía coger la que me llevaba a la Universidad...la 61 desde el barrio de Salamanca a Moncloa...




No era atractivo en apariencia... Grueso de color apagado... Una versión económica de bolsillo... Pero me gustó el título y lo llevé a casa como un tesoro...empecé a leerlo y no me concentraba... Me aburría y cogía otros más amenos... Pero me hablaba... Me preguntaba que cuándo iba a leerlo. De pesado me obligué un día a hacerlo. No sé cuántos libros más habría ya en casa pero muchos...y entre ellos este que se convirtió en especial...especial porque de repente descubrí un mundo paralelo al mío... Rayuela es y será siempre un libro de cabecera. Le siguieron otros de Cortázar... Pero ese es inigualable... Qué fácil es enamorarse de quién escribe.... He tenido y tengo tantos escritores como amores en mi vida y por eso siempre advierto: llévatelos a la cama, de vacaciones... A cualquier hora del día... Pero no te enamores que el gusanillo de la conquista se te mete en el corazón y la mente y te domina...

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