jueves, 23 de abril de 2015

Abatida

¿Cómo dejar de escribirte, cómo dejar de pensarte? Cuando llega la noche y el silencio me rodea es cuando más pienso en ti. Aunque lo hago todo el día no voy a mentirme diciendo que te he olvidado. Mentirte a ti no es difícil, somos maestras en el arte de ocultar sentimientos… 


Llega a mi mente el aroma de las letras, de la tinta compartida, de los trazos en negro que tanto me gustan, los azules que te gustan a ti. Tu ácido sentido del humor, tus caricias inoportunas… esas que a veces molestaban y que ahora añoro… ¿Cómo dejar de llamarte?, te grita mi mente en silencio. Te desea mi cuerpo y mi alma te abraza en la orilla del mar. Las gaviotas levantan el vuelo y se llevan con ellas tu mirada, tu risa. Las pisadas en la arena que borran las olas son como los latidos que jamás sonarán. ¿Cómo dejar de hablarte? Me sorprendo contándote cosas como si te tuviera delante. Y ahora abatida recuerdo que fui yo quien decidió dejarte y sin embargo, me cuesta tanto no escribirte, ni pensarte…

2 comentarios:

  1. Pues sí, Mayte, somos especialistas en el arte de mentirnos, pero también somos artífices de nuestro destino. Pasar el duelo, se impone, el sufrimiento es optativo, y cómo se evita, me preguntarás, y yo te diré que borrando todo rastro de él, todo aquello que te recuerde a él, y también escribir, vomitar el dolor en prosas o poemas, pero vomitarlo y seguir adelante ya vacía de malestar. Abrirse a un nuevo amor, aunque pensemos que nunca más, pero dejar que la vida fluya y entonces aparece ese príncipe tan soñado. Muy buena tu prosa, tanto que me metí a darte consejos jajaja Felicitaciones, me conmovió y me gustó mucho. Besos

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  2. Gracias Myriam Jara, gracias por seguirme y valorar mi prosa

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