jueves, 16 de julio de 2015

La mano

Tendiste tu mano y ella sin remedio se enamoró... fue una oferta limpia, franca, transparente... sin más intención que ofrecer un apoyo. No había exigencias, no había muestras de fuerza, ni presumida pasión. Igualdad en el trato, respeto infinito y cierta dosis de adoración, que sumada al resto de ingredientes, conquistaron su corazón. 
Puede sin duda una mano cambiar el destino de dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario