Foto: Yoselín Santana |
Había sido un día perfecto, conversaciones profundas, bromas, intimidad... y de repente hablar de otras personas hizo que él cambiara su actitud y por mucho que ella le pidió no discutir sobre ese tema, él insistió. Se fue a dormir con la pena en el alma, el disgusto en la cara y hasta el amanecer, tristeza en la mirada. Quién sabe qué motivos dañan a una pareja, qué motivos les llevan a discutir… ella se levantó de mal humor y ese día nada salió a derechas. Apenas se hablaron y quizás vengan más noches en vela y el corazón hecho harapos.
Muy bueno cariños !!!......Te invito a visitar mi blog......hadasuburbanas.blogspot.com
ResponderEliminarLo visitaré Ana, ahora mismo... un beso
ResponderEliminarAsi nos pasa a muchos
ResponderEliminarEs verdad, menos mal que cuando hay amor las cosas se solucionan
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