martes, 4 de agosto de 2015

Provocación

Me provocas amor a cualquier hora, pero en esta siesta no vamos a descansar absolutamente nada. Me gusta ese frío que sientes después de comer, me gusta que tu metabolismo pida calor, porque quiero dártelo. Tu boca entregada oliendo a pasta de dientes recién lavados, tu rostro algo cansado pero desafiante ante mi reclamo… te quiero amor así, leona y tímida, jugando a hacerte la sorprendida cuando de sobra sabes que llevas alterando mis sentidos durante la comida.
Que entre el letargo por la ventana que yo ya he fregado los platos y mis manos están dispuestas a seguir batallando. Quiero quitarte la ropa, quiero besar tus hombros, morder suavemente un pezón y bajar esas medias muy despacio.
Quiero amor, amarte y lo estoy deseando.

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