Olas

Foto: Ayoze Ojeda

A veces tengo miedo como el resto del mundo… miedo de ahogarme en mis propios sentimientos, pensamientos… ese miedo traspasa la dermis, llega hasta lo más recóndito de cualquier ser humano. Miedo a lo nuevo, a lo desconocido, a lo conocido que puede volverse en rutina…

A veces tengo miedo y sueño con olas gigantes, olas inesperadas que me sorprenden casi siempre de madrugada… los isleños llevamos el mar en el ADN, pero también aprendemos a respetar, a medir fuerzas contra la naturaleza… ese miedo a veces me paraliza y otras… me da fuerzas para seguir adelante, para gritar a las olas y esperar que pasen por encima… volver a respirar y mirar atrás y decir… ¡Qué grande era!

A veces, sólo a veces tengo miedo como el resto del mundo… miedo a no saber salir a flote… y entonces recuerdo que siempre hay una tabla a la que agarrarse, siempre hay un recuerdo, siempre hay una persona por la que vale la pena vivir, luchar, seguir… y es entonces cuando… una, ahoga su propio miedo.

Se revelan las fuerzas y una cree que no podrá con lo que viene, pero siempre podemos, siempre, aunque el miedo salpique precediendo a las olas que vengan detrás… siempre…