Me gusta meterme en nuestra cama al llegar la madrugada… soy muy friolera pero como te acuestas antes ya está calentito tu lado izquierdo, así que me pego todo lo que puedo a ti, que pasas tu brazo por encima de la ropa…
Me cobijas y siento que estoy donde debo estar, en el centro del mundo y ya no me importa lo que pase afuera… ese en nuestro cuadrilátero, y sé que la batalla siempre vale la pena.
Me cobijas y me siento tan tuya como mía…
Me cobijas y no importa que llueva, truene, canten los grillos o caigan las estrellas...
Me cobijas y amanezco sin ti, envuelta en las telas…
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