Él se santiguó al verla pasar... pensó que era una mariposa azul, una hermosa mariposa ... y sin embargo cuando se acercó vio que era ella... las almas andaban errantes esa noche, y sin dudarlo dos veces, lo fue a buscar.
"Podrás venirte conmigo", le dijo... él supo que de no hacerlo jamás la podría olvidar... se tomaron de la mano y miles de luciérnagas alumbraron el camino de vuelta... ya no eran azules sus alas. ..pues nunca nadie las pudo volver a mirar.
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