Él dejó que se fuera... ahora la llama y la busca... ahora le ruega. Nunca jamás se arrepintió tanto de echarla de su vida. Era un quiero y espera, era un quiero después, mientras bebía la vida de otras...
Ella se hartó de madrugada y recogió velas, plegó sus alas, vistió su alma como pudo, ya tan desnuda y expuesta... y él dejó que se fuera...
Lo mejor de su vida se calzó los tacones del adiós, y una noche azul de estrellas y luna llena, cerró la puerta. .. y él dejó que se fuera.
Se llevó el arco iris que encontrara en su espalda, se llevó la certeza de quien ama y espanta, se llevó la ternura, la miel y las ganas... y él, él dejó que se fuera.
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