Tu sombra no es más que un recuerdo, tus huellas no son ya más que ilusiones rotas. No hay líneas sobre las que escribir tu nombre y no hay puntos suspensivos que dejen abierto el futuro. No eres nada, porque aposté a doble o nada, y perdí. No me pidas que te invite a café, ni me invites...eres intangible... caíste como un imperio y ahora después de la batalla hay que reconstruir. Como humo que llega y se va, así te percibí. Puede quedar el aroma, algún tiempo, pero el aire se lo llevará...nada eras, y nada serás.
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