Retenerne en tus brazos cuando nos sorprenda el amanecer...recostar mi cabeza en tu hombro aunque sea un momento y dejar que el vértigo de la vida nos abarque a nosotros.
Que esa emoción perdure para siempre, amor... darte las gracias por estar, por ser y sobre todo por lo que nos resta... como dice una canción ojalá tuviera más tiempo del tiempo que tengo.
Suspirar en ese instante y aspirar el aroma de tu cuerpo, ese que poco a poco me dejó enredar...regresar sin barra de labios, despeinada, con frío de ti, y el cansancio, sólo una excusa... para recostarme otra vez.
Entre tus brazos, el mejor lugar del mundo para quedarse.
ResponderEliminarCierto, Milano... los brazos del ser amado.
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