Foto cedida y con derechos de autor de Miguel Medina |
La quise, la quiero y lo que araña mi alma es saber, que la seguiré queriendo en el tiempo.
El aroma marino me trae a la memoria las noches de pasión, las ganas que anidan aquí bajo el pecho.
Su entrega, esa forma tan suya de poseerme, única y cautiva.
Alguien pasó llevando su perfume y no pude evitar mirar desconsolado...
ella tan friolera y yo... pensando dónde estará.
Ni me lo pienso, me voy corriendo a casa a ver si la encuentro...
Buen pensamiento, sin duda.. a correr..
ResponderEliminarGracias, jajajaja y encima el chico no está nada mal...
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