sábado, 4 de junio de 2016

Salitre, agua, llanto y verdad...

Cae la tarde silenciosa cuando lo salgo a buscar… 
Mi mente grita mar adentro queriendo que las olas traigan de vuelta el rastrillo que perdí cuando era niña. No recuerdo su color, sólo sé que fue un día de marejada, jugaba en lo orilla y las olas traviesas me quisieron atrapar. Clavé el rastrillo en la arena y me sujeté fuerte, pero las olas caprichosas se lo llevaron y en un revuelo no lo vi más…
El rastrillo sólo es el símbolo de lo que se llevó el mar… se llevó mis pensamientos, aquel romántico amor de finales de agosto que no volvió más.

Foto cedida por NOEMI Rhpositivo, fotógrafo, derechos de autor reservados.
La blanca espuma rodea mi cuerpo mientras mis manos se agitan como una gaviota queriendo volar.
Volar levantando el vuelo para irte a buscar…
Quizá no te encuentre, quizá no quieras regresar.
Dolieron tanto las verdades empapadas de lunas y estrellas, que tan sólo el agua salada las podrá curar. 
Salitre, agua, llanto y verdad...
silencios anegados y lágrimas que caen al mar…

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