viernes, 9 de septiembre de 2016

Insolente obsesión

Ella saltó al otro universo paralelo donde le aseguraron que las cosas y las personas eran parecidas, aunque no iguales.
Lo buscó desesperada y con el alma desnuda trató que la amara. Él lo intentó como hiciera su igual tantas veces....pero, ambos sabían que cuando no se ama de verdad por muchos amagos que hagas jamás se podrá lograr. Él valoró su entrega, su pasión desbordada y correspondió tal y como su naturaleza le permitió. Sintió que ella dejara atrás su mundo, sus hijas, su trabajo, sus mundanas creencias y religión... pero no podía amarla, ni ofrecerle el compromiso eterno que ella quería. Ni en mil mundos iguales habría amor para ellos. Se resignó, dispuesta a regresar y lo único que echaba de menos ahora ante tanta desventura era el helado de chocolate, pero allí no lo conocían y necesitaba urgentemente hundirse entre litros fríos de cacao. Debería esperar la vuelta y con el corazón roto entendió que no se puede forzar el amor. En ese otro paraíso, las rosas más bellas eran negras. Abrazada al ramo que él le regaló, esperó el transporte al otro lado y se consoló pensando en su insolente obsesión.©

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