martes, 9 de mayo de 2017

Enamorada

Foto: Carmen Zamora. Derechos reservados.

No hay quien evite que brillen tus ojos cuando estás enamorada. No hay quien ponga silencio a los sentimientos, ni calle los te quieros que salen de ellos.

Hay corazones partidos que sufren desidia, tristeza, olvido... pero hay corazones que gozan de amor.

Los ojos pueden besar con la mirada, decía Bécquer. Los ojos son el espejo del alma dice un proverbio. Son los ojos la entrada al mundo a ese mundo que mira hacía dentro.

La mirada de una persona enamorada es diferente, se nota a la legua.

Nadie sabe por qué, nadie sospecha, pero es evidente que sale por el iris ese sentimiento que emana desde lo más visceral. 

Aunque es cierto que también sale la tristeza, pero son miradas diferentes. La mirada de una persona enamorada brilla, ilumina la estancia donde quiera que esté.

No tengo dudas: el amor sale por los ojos y estos son la puerta de entrada a la dicha, a la correspondencia, a la felicidad plena, por momentos, aunque luego la vida a veces los vaya apagando. Pero ese brillo, ese brillo, es y será siempre único. 

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