El conjuro

Me sorprendió encontrármela tan feliz después de haberla visto tan destrozada hacía unos días. A mi amiga la había dejado su novio de la noche a la mañana sin explicación alguna, no quería verla, ni cogerle el teléfono, la bloqueó en las redes, se negaba a darle un argumento coherente y ella se empeñaba en que él la quería. Mientras todos alrededor le señalábamos que no era la actitud normal de un hombre, y menos enamorado, ella erre que erre insistía que debía pasarle algo. Le buscaba mil excusas mientras se desesperaba por los rincones. Verla tan contenta me sorprendió. Entonces me explicó que había hecho un conjuro: “cogí una manzana la partí en dos, le saqué el corazón a una de las mitades, anoté nuestros nombres en un papelito blanco, atado con una cinta roja y lo metí en el hueco. Volví a unir la manzana con un lazo, rojo y mira que me costó, porque se me resbalaba y abría… luego lo rocié todo con canela y al día siguiente debía enterrarlo en un sitio con flores para que creciera. Además debía dirigirme al universo y rogarle que me lo trajera de la vuelta, que amarrara nuestro amor de por vida. Yo estaba muy convencida, firmemente dispuesta a enterrarla, pero claro pasaba mucha gente por el seto y me daba vergüenza… pronuncié mi deseo en silencio y tiré la manzana que rodó bajo las flores. No sabes niña, enseguida salieron lagartos, ratas, alguna cucaracha y abejas tras la manzana. Me dieron ganas de llorar… pero entonces pensé, que ahora todos esos animales que la han mordido se llevarán un trozo de mis deseos, un trozo de nuestro amor y lo repartirán por todas las alcantarillas de la ciudad. Mi amor repartido, ha sido alimento para varios animales que echarán sus excrementos por ahí y mi amor florecerá por todas partes. ¿Cómo no voy a estar feliz?”.

Pensé que mi amiga estaba realmente mal, me reí de ella, cosa que debió notar y me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, “tú no lo creerás, han pasado casi cuatro meses, pero sé que entre hoy y mañana, volverá”… lo curioso es que no supe si volvió, me fui de viaje y he tardado en saber de ella, pero alguno de estos días, me he de enterar.