sábado, 7 de octubre de 2017

Aparición


Entraban a rachas las luces procedentes de los faros de los coches. No pasaban con frecuencia por aquella carretera secundaria. Una casita rural en mitad de la nada... necesitaba aislarme del mundo por unos días... "contacto cero", dijo mi psiquiatra cuando le conté que te me aparecías por cualquier parte. Ya lo último fue estando en su consulta cuando la mancha de humedad en la pared empezó a tomar una forma inquietante..."¿Qué era aquello?...¿Una cara?", se preguntó asustado. El pobre no salía de su asombro cuando te vio nítidamente aparecer saludando con ese rictus de medio lado. Para mí era normal verte, llevaba más de cinco meses insistiendo en ello. Y ahora entre estos fogonazos de luces te apareces de forma intermitente. Espero que te decidas a materializarte, y sentarte a tomar un café. Ya sé que me debes muchas explicaciones y sabemos que algo te lo impide. Estamos solos, puedes hablar... prometo escucharte y así los dos podremos descansar y tener de verdad esa despedida ... alóngate, asoma algo más que la cabeza y tal vez puedas disfrutar también de esa soledad elegida. Y es que puedes estar en Londres o en París, en Berlín, Madrid o Icod de los Vinos, que sigues buscándome para calmar esa desesperanza que deja el olvido.©

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