domingo, 27 de mayo de 2018

Flores ensangrentadas

El CD sonaba una y otra vez en forma de bucle. Siempre le gustó oír a Lorca en la voz de Ana Belén. La cortina flotaba con la suave brisa primaveral que se colaba a través de la ventana abierta. También las hojas de la libreta en la que había esbozado el rostro de un monstruo volaban bajo la ventana. En el suelo yacían restos de papel. Procedían del kit para hacer origami que le regaló su madre asesorada por la psiquiatra. Nadie la entendía, tal vez la comecocos creía que hacer filigranas de papel, dibujar sus monstruos y cantar hasta desgallitarse era la fórmula ideal para salir de aquel pozo negro. Los limones que se llevó de la cocina para desinfectar la cuchilla seguían intactos sobre la cama... "¡Qué tonta soy!", pensó antes de cortar sus venas, " he pensado en desinfectar la cuchilla como si eso fuera necesario. Tampoco aquellos cabrones usaron condones..." la voz de la madrileña interpretaba aquel, "herido de amor' y ella perdía el último hilo de vida, pensando que "para la ternura siempre habrá tiempo". Las margaritas cayeron al rústico suelo de madera de la cabaña alquilada, tuvo tiempo de sentir que se empaparan...




Texto del Club de los Retos de Dácil, homenaje a las mujeres, víctimas que son violadas y recordando a Alaska y Dinarama con sus Perlas ensangrentadas. La foto está libre de derechos.

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