jueves, 5 de julio de 2018

La carta

Hace mucho tiempo que no te escribo una carta. Tengo los folios perfumados, tu nombre junto al hola y sin datar.
No sé cómo empezar con aquella rutina suspendida de contarte todo. Los fue y los era suenan a fracaso. Los ahora a vacío y soledad. 
Tal vez solo emborronar las ideas, esas que no salen con claridad.
Los amores de letras son tan difíciles de gestionar, a veces se desvanecen al hacerse realidad.
Quizás encienda una vela y me encomiende a mirarla largo rato. Puede que me diluya en la tinta y no haga falta expresar nada. Me conoces, te conozco, y no hay mucho más que narrar. 
Sigue la vida su curso, ya nadé por esos tus mares. Me enredé en las algas escondidas en tus océanos. Fondeé en tus orillas, tracé tus rumbos y varé sin remedio al guiarme por mi instinto y no seguir la estela de las estrellas ni la luz del faro. 
No se me ocurre qué escribirte... 
No sé cómo comenzar, ni cómo acabar... 
Ah! Sí, con un beso y la manida frase de "siempre tuya, espero respuesta".

Imagen de la red.

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