sábado, 30 de junio de 2018

Bolsillos

No estaba hecha la primavera para recoger flores secas.
No volviste a compartir la tarta de chocolate, ni me calentó el café.
Coleccioné cambios de estación. Pasó un año y luego dos... Siete gaviotas sobrevolaron la bruma marina y el sonido me trajo la canción del olvido.
Te guardé en los bolsillos de mi chaqueta roja y tu recuerdo se coló por los huequitos de la tela, y no estaban rotos, no. Igual que yo no temblaba de frío.
Alguien pisará las hojas de hierba que salvaron tus pies, y las piedras de la avenida que hoy duele recorrer.
Las nubes como las algas marinas que describía Octavio Paz, flotaron en el aire. Mi cuerpo oleaje entre tus piernas. 
Vibró tu voz al decir te amo y, "esto es solo un hasta después". Pero, enmudeció la esperanza, se anudó el grito en la garganta y nunca, nunca dijiste adiós.

Agostinho Russo, derechos de autor reservados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario