miércoles, 29 de septiembre de 2021

80 Feria del Libro de Madrid

 

Empezar este texto con esa cabecera ya es de por sí una alegría. El hecho de haber participado en esta anómala Feria del Libro de Madrid, después de que no se pudiera celebrar la del 2020, es decir la edición 79, es toda una aventura. Me esperaba no solo defender el libro que Martina Villar y yo hemos publicado con la editorial Mercurio y el apoyo de nuestro editor Jorge Liria, Leyendo a Jane Millares sino el reencuentro con quienes vivimos y amamos de la literatura, y las amistades que una dejó allá durante sus años de carrera y esos once años en Madrid, más todas las nuevas que se han ido forjando al amparo de las letras.



Se que libreros y editores se tiran de los pelos por conseguir el mayor número de ventas y sé lo que es participar en una organización de Feria, puesto que participé en 2016 en la de Las Palmas de Gran Canaria en coordinación y llevando el Gabinete de Prensa. Llevo varios años participando como autora y periodista, así que conozco de primera mano lo que es una organización que ni se acerca por asomo a la de la magnitud y visitantes que supone la feria de Madrid.

Las ventas tal y como se ha anunciado en prensa, se han visto reducidas en más de un 10 por ciento este año, a pesar de contar con autoras y autores de reconocido prestigio e incluso internacional.

Han sido 17 días de actividades, actos y firmas. Solo el último fin de semana estuvo abierta de 10:30 a 21:00 h., el resto se cerraba a mediodía. Precisamente ese fue el fin de semana que yo elegí junto a la editorial Diwan que me invitó a participar como firmante y a la que asistí en nombre de ambas autoras. Hubo picos de colas muy largas, incluso desde primera hora de la mañana del sábado 25 en que el día acompañó tras la tormenta del viernes luciendo un sol maravilloso.

                                                                                                                              
 El aforo a las 10 de la mañana estaba al 97 por ciento, según anunciaban lo paneles electrónicos. Con picos de largas colas para entrar a media mañana, ese aforo al igual que el espacio y el número de casetas han hecho desistir a veces a más de uno de ir o entrar. Las pequeñas editoriales criticaron a la Feria del Libro por colocarlas juntas en un sitio apartado y 'sacrificarlas'


Primer día de firma tras la tormenta caída el viernes día 24


Con el escritor y amigo Miguel Ángel González el segundo día de firma el sábado 25.





















Personalmente celebro la ubicación de mi caseta, la número 65 y también el hecho de que se publicara el acceso a las listas de firmas en varios medios de comunicación, por ejemplo, aquí https://www.20minutos.es/noticia/4815168/0/encuentra-escritor-feria-libro-2021-madrid-buscador-autores/.

Ahora bien, he de confesar que casi no pudieron ir mis amistades, cosaque por otro lado vi positivo pues pude conocer gente nueva y lectores y lectoras desconocidos.

Si he de valorar mi participación, he de decir que siempre es muy positiva, el hecho de las normas Covid hicieron que solo pudiera haber una persona firmando por caseta y eso reducía también la estancia en las mismas. Pero sin duda los contactos realizados con editoriales, autoras y autores, correctoras y público en general es una experiencia que no me perderé en el futuro por nada del mundo.





Presentar en la biblioteca municipal Eugenio Trías del propio parque fue otra aventura maravillosa, si bien es cierto que el horario de un lunes a las 17.00 horas no era nada apropiado, sí he de reconocer que fue gente muy interesante, y entre el público, la delegada del Gobierno de Canarias en Madrid, Lola Padrón.   Fue un acierto contar con Loreto Gutiérrez, compañeta periodista, corresponsal del Canarias 7 en Madrid.

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