jueves, 31 de enero de 2013


Dentro de unos días se celebra el  Día Mundial contra el Cáncer, ¿quiénes no conocemos amigos o hemos perdido familiares a los que esta enfermedad causó estragos?
Mi padre ha superado un cáncer después de casi dos  años de operaciones y sesiones de quimio; a mi sobrina con tan solo 27 años le diagnosticaron y trataron también un cáncer ya superado… supongo que las células duermen en todos los cuerpos y esperan agazapadas para salir en unos y en otros no… He perdido a mi tío favorito, hace unos días una persona muy allegada a la familia también nos dejó, he sufrido el dolor de amigos con las pérdidas de sus padres, hermanos o cónyuges…
Tengo una cuñada que ahora lucha cada día contra los efectos de la quimio, el dolor y la imagen que reflejan los espejos… pero soy una persona muy optimista, sé que la ciencia avanza cada día, sé que tenemos unos oncólogos maravillosos y que la naturalidad con la que nos enfrentamos, la esperanza y la ilusión hacen que ya no sea una palabra maldita, una palabra que aterre por sí misma.
Una amiga que lo ha superado recientemente, pintó una margarita en su calva cabeza, se disfrazó de payasa y pasó todo el ciclo de la enfermedad intentando lograr una sonrisa ajena… Tuvo sus momentos de bajona, sus debilidades, sus llantos en el silencio de su habitación, sus gritos ahogados pidiendo clemencia… he visto a mi padre morder un pañuelo para no gritar, a mi sobrina acudir a una psicóloga especializada que le animaba a salir adelante… sigo convencida de que es una batalla que podemos ganar.
Ojalá estas letras sirvan para animar a quienes lo están viviendo, para aplaudir a quienes lo han superado y a su familia que de rebote lo ha sufrido… para sentir el dolor de amigos y familiares de quiénes no lo han conseguido, pero sobre todo, sobre todo, para recordar que ya a nadie le extraña esta enfermedad, que no es un castigo divino y que con optimismo, ganas de vivir, apoyo y cuidados le podemos ganar…

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