Dentro de unos días se celebra el
Día Mundial contra el Cáncer, ¿quiénes
no conocemos amigos o hemos perdido familiares a los que esta enfermedad causó
estragos?
Mi padre ha superado un cáncer
después de casi dos años de operaciones
y sesiones de quimio; a mi sobrina con tan solo 27 años le diagnosticaron y
trataron también un cáncer ya superado… supongo que las células duermen en
todos los cuerpos y esperan agazapadas para salir en unos y en otros no… He
perdido a mi tío favorito, hace unos días una persona muy allegada a la familia
también nos dejó, he sufrido el dolor de amigos con las pérdidas de sus padres,
hermanos o cónyuges…
Tengo una cuñada que ahora lucha
cada día contra los efectos de la quimio, el dolor y la imagen que reflejan los
espejos… pero soy una persona muy optimista, sé que la ciencia avanza cada día,
sé que tenemos unos oncólogos maravillosos y que la naturalidad con la que nos
enfrentamos, la esperanza y la ilusión hacen que ya no sea una palabra maldita,
una palabra que aterre por sí misma.
Una amiga que lo ha superado
recientemente, pintó una margarita en su calva cabeza, se disfrazó de payasa y
pasó todo el ciclo de la enfermedad intentando lograr una sonrisa ajena… Tuvo
sus momentos de bajona, sus debilidades, sus llantos en el silencio de su
habitación, sus gritos ahogados pidiendo clemencia… he visto a mi padre morder
un pañuelo para no gritar, a mi sobrina acudir a una psicóloga especializada
que le animaba a salir adelante… sigo convencida de que es una batalla que
podemos ganar.
Ojalá estas letras sirvan para
animar a quienes lo están viviendo, para aplaudir a quienes lo han superado y a
su familia que de rebote lo ha sufrido… para sentir el dolor de amigos y
familiares de quiénes no lo han conseguido, pero sobre todo, sobre todo, para
recordar que ya a nadie le extraña esta enfermedad, que no es un castigo divino
y que con optimismo, ganas de vivir, apoyo y cuidados le podemos ganar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario