Tinta y mar

No puedo dejar de escribir estas líneas dedicadas a recordar la XXV Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria que llegó anoche a su fin.  La Feria se celebró en San Telmo, allí cerquita del mar donde su olor se funde con el de la tinta de los libros, los colores, las carpas… Lo he pasado genial, es la primera a la que asisto como invitada, firmando además mi libro `Sin tu permiso´, un libro que apenas salió al mercado en noviembre y en el que he puesto más que palabras. No me voy a extender, porque ya he aprendido de las grandes maestras que una no debe poner mucho texto en un blog, pero sí debo dar las gracias porque tengo mucho que agradecer: A Canaima, la librería que jamás me puso pegas para dejar mis libros en depósito y permitió que firmara ejemplares; a las ilustradoras Luz Sánchez, Ita López y Auri Martín, que han puesto imágenes a mis relatos; a Santiago Gil, ese compañero, escritor y periodista cuya alma no solo engancha con sus palabras, sino con sus hechos, por creer en mí, por hacer lo posible por buscarme un huequito; a la organización por permitirlo fuera de programación, a Jorge Balbás que aguantó mi persecución;

a las compañeras, Vanesa del Cristo, Davinia Suárez y Esther Pérez Verdú por dejarme participar en el Foro-Taller ‘Nuevos espacios para la comunicación y literatura’ y que estamos en la foto; a las presentaciones de María Jesús Alvarado y Bachir, con los ‘Ritos de Jaima’ de Liman Boicha y las fotos de Rafa Avero; A Rafa por acompañarme con Mar; a escritores como Rosario Valcálcer y Alexis Ravelo… 

y a ese pedazo de  Foro-Taller ‘La Nueva Literatura en los blog y las redes sociales’, con Guadalupe Martín, Ángeles Jurado, Emilio González Déniz y mi querido Santiago Gil. Foro que estuvo de lo más entretenido y que tuvimos que interrumpir porque Luis León Barreto recordó que era su tiempo. Una pena, porque el debate hubiera dado para un par de horas, muchas personas nos quedamos con la palabra en la boca y las ganas de comentar.

Tengo el alma llena de letras, de palabras, de abrazos, de reencuentros como Espe y Charina, de besos a personas desconocidas, a amigas y familiares que se acercaron a  arroparme. No puedo explicar con palabras lo importante que ha sido esta Feria para mí, pero dejo algunas imágenes que espero me acompañen siempre en la retina.