jueves, 11 de julio de 2013

Decepción

Hay especialistas en psicología que sostienen la teoría de que la manera de ser de una persona es, en gran medida, el resultado de miles de conductas en una dirección determinada. La personalidad también es resultado del conjunto de nuestros pensamientos, juicios y creencias. Por tanto somos  el resultado de la influencia que recibimos del ambiente que nos rodea, las personas, las situaciones, los lugares, los sucesos, la cultura, etcétera; la personalidad, pues, es el resultado de esas miles de vivencias, experiencias y aprendizajes a lo largo, sobre todo, de los primeros años de vida. Unas personas dicen que es imposible cambiar, mientras que la mayoría de terapeutas aseguran que la conducta puede variar cambiando de hábitos, y de esta forma podemos aprender a ser diferentes… pero y ¿cuándo crees conocer a alguien de años atrás y se te cae el mundo cuando de repente descubres que no era la persona que creías? Me viene a la memoria una película fantástica y que en su día me hizo reflexionar hasta qué punto jamás llegamos a conocer a las personas que están presentes en nuestras vidas: La caja de música del maravilloso, Costa-Gravras. Sé que es humano llevarnos decepciones y quien no se las haya llevado es porque no se entrega lo suficiente, pero ¿cómo es posible que una persona sea tan diferente a como creías que era? Lo he vivido recientemente y debo decir que es francamente desagradable llegar a la conclusión de que me ha tenido engañada desde hace muchos años. 
Skitz, Kathryn Renee

¿Cómo afrontar ese cambio de personalidad?, ¿es que acaso su persona no era el resultado de lo que vivíamos, del ambiente, las personas, las vivencias, la cultura, los lugares…? en la intimidad de su hogar es totalmente diferente a la imagen que he tenido siempre. Pero lo curioso es que hemos convivido, hemos compartido mil aventuras que si no fuera porque le he descubierto por los ojos de quien le amó tantos años, no me lo hubiera creído. Hay personas capaces de ocultar ante el mundo comportamientos que a pesar de criticarlos luego los practique. Esto me hace entender un poco más a esas mujeres que han sido víctimas de violencia machista y ni la familia, ni los amigos más íntimos, ni los vecinos jamás lo sospecharon… Siempre aplaudí la máxima de que no somos perfectos y que hay que querer a las personas con virtudes y defectos, pero que de repente te topes con una personalidad bien distinta es algo que desespera al más pintado. Me he llevado un palo tremendo, una desilusión que no sé si el tiempo podrá curar, aunque los terapeutas digan que sí, que el tiempo lo cura todo...
Sigo sin entender cómo es posible que una persona engañe a su entorno de forma tan contundente, cómo es posible convivir con alguien sin que le termines de conocer. En La Caja de música, al menos me consuela el hecho de que una hija puede desconocer el pasado de su padre, pero alguien que ha evolucionado contigo, que ha estado presente en tu vida, ¿puede realmente ser tan distinto de lo que creías?

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